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Hablando de masturbación


Hablando de represiones sexuales y masturbación:

  Entre otras muchas de las consecuencias de las represiones sexuales a las que se nos han sometido –y de las que no voy a hablar por cuanto requerirían de mucho espacio para poder hacerme entender en lo que dijera-, una de ella se manifiesta en los hábitos de masturbación adquiridos. Nosotros no nos masturbamos porque ello sea algo ni de nuestra preferencia ni de nuestras elecciones; nos masturbamos porque no se nos dio otra opción para buscar calmarnos de nuestras ansiedades sexuales.
 De todo ese ridículo al que fuimos empujados, lo peor de todo radica en las culpas que se nos acumulan según los fetiches de los que nos valiéramos para estimularnos un erotismo que nos permitiera una más intensa eyaculación que nos librara de tener que arrepentirnos por haber desperdiciado algo nuestro, descargandolo hacia las cloacas sin siquiera haber disfrutado de los impulsos que lo hicieron salir. Así como fetiches nos hemos valido desde las muñecas de nuestras hermanas o primas, hasta de los trapos o almohadillas de mujer que fueran dejados descuidadamente.
 Los prejuicios que sostienen la represión sexual han dominado la vida humana a tal nivel que hasta fotografías de escenas de horror sirvieron de imagen erótica para que millones de adolescentes, jóvenes y adultos masculinos se masturbaran como consecuencia de habérseles enfermado la mente ante la falta de una compañera sexual en sus vidas.
 En un mundo en el que hasta las oportunidades que nos hubieran podido haber llegado a través de lo que ha sido hecho llamárseles de “depredadoras sexuales” -mujeres que su mayor "delito" ha sido el haberle sostenido la mano a un adolescente que a escondida se masturbaba esforzada y ridículamente mirando la foto de una vagina o mientras chupaba o mordía a una muñeca de su hermana-, ese es un mundo que se presta para que se nos enajene la mente y nos lleve a extremos como el valernos de una fotografía de horror de la guerra como fetiche para estimularnos sexualmente.
 Y no se trata de un problema aislado que afecte solo a una pequeña fracción de los jóvenes de cualquier parte del mundo. Cuando sabemos de tantos centros de internados, especialmente de universidades, en los que se tienen que colocar noticias en las paredes para advertirles a los estudiantes varones de los graves problemas causados por sus hábitos de masturbación (los que crean bloqueos o tupiciones del drenaje en las cañerías debido a la gran cantidad de semen que diariamente se mueve a través de este), ello nos dice inequivocamente que la represión también está presente entre los más educados.
 Una de las imágenes que más provocó masturbaciones entre los hombres a nivel mundial y la que posiblemente ocasionó mayores bloqueos del drenaje no solo en la Universidad de Massachusetts sino que en todas las universidades del mundo y centro de internados, incluyendo prisiones, instalaciones militares, fue la imagen de una niña victima de la guerra que apareció desnuda en una foto que se conoce como “La niña del napalm”; un desnudo que no abundaba en todas partes del mundo, y que fue tomado como una imagen de interés sexual debido a las erecciones que les provocaba a los varones el fijarse en ella.  (Para ver la imagen apriete aquí)

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