Nuevo Entendimiento

¿Cuál es el amor y el deseo más válido, el de una persona que te quiere por envidia, deseando tenerte para adorar en ti esa gracia, cuerpo y figura que hubiera querido ella ser, o el de la que te quiere porque te desea sin querer cambiarse a sí mismo por lo que tú eres?   Por lo general, las mujeres machorras o con desagradables aspectos se obsesionan por las mujeres bellas con buenas figuras viéndolas como lo que ellas hubieran querido ser para poder sentirse dignas de ser deseadas por los hombres de sus sueños, sintiendo un gran deseo de tenerlas con ellas para adorarlas y disfrutarlas sexualmente en la ilusión de lo que ellas hubieran querido ser, aunque también se dan casos excepcionales de algunas que preferirían humillarlas y maltratarlas; incluso, desfigurarlas. Mientras que los hombres (hablando de los heterosexuales) normalmente miran a las mujeres bellas y con buenas figuras como seres que les provocan deseos de penetrarlas y de chuparles los líquidos que puedan salir de

Tomado de: Luz Carmen Meraz| Fuente:   esmas.com 2014-12-15  La doctora Luz Carmen Meraz dice: "Es increíble pero muchas mujeres no conocen las partes de la vagina, su anatomía o estructura, así como su estimulación sexual. ¿Las conoces tú? Para disfrutar de nuestra sexualidad tenemos que regresar a lo fundamental, el conocimiento de la anatomía sexual femenina, particularmente de la vagina. Durante siglos, la mujer ha estado condenada al oscurantismo sexual: tocar, mirar y conocer las partes de su propio cuerpo era considerado sucio, pecado, impropio de una mujer decente. No obstante, conocer las partes de la anatomía femenina nos da poder. Saber sus funciones, estímulos y qué parte de esta zona nos resulta más placentera hace que podamos ejercer nuestra sexualidad de forma más libre y consciente. Porque no es lo mismo estar receptiva y esperar la sorpresa del goce, a conocer exactamente qué pasa con nuestro cuerpo, te invitamos a que te conozcas. Con

En un mundo de tantos miedos y prejuicios, la vagina de la mujer ha sido el mayor de todos los placeres que han sido desperdiciados por la humanidad, incluso, hasta pudiera sospecharse que ha sufrido mutaciones negativas debido a ello. Y no les voy a hablar del intenso erotismo que experimenta un varón –sobre todo si son jóvenes– cuando sienten una vagina rosándoles las nalgas o en contacto con su ano, lo que suele provocarles unas eyaculaciones intensas y únicas, por cuanto todo lo que interviene en provocárselas es la intensidad del erotismo, y sin que siquiera se tengan que tocar el pene para provocárselas; eso me sucedió a mi con una mujer ya en los mediados de los treinta cuando por fin me atreví a sentar mi ano sobre su vagina sin importarme ya lo que ella pudiera pensar sobre mi sexualidad una vez que eyaculara sobre ella a causa de la sensación irresistible que el sentirme su vagina en contacto con mi ano me provocara. Y me anticipaba al hecho por cuanto ya antes había exper